viernes, 16 de noviembre de 2007

Alecto. De Diosa a Mortifaga.

Alecto. La Implacable.

Según Hesíodo, las Erinias son hijas de la sangre derramada por Urano sobre Gea cuando su hijo Crono le castró, siendo pues divinidades tónicas.

Virgilio, inspirándose probablemente en una fuente alejandrina, nombraba tres:

* Alecto (Άληκτώ, ‘implacable’), que castiga los delitos morales (tales como la cólera, la ira, la soberbia, etcétera), sobre todo si son delitos contra los mismos hombres.

* Megera (Μεγαιρα, ‘celosa’), que castiga los delitos de infidelidad.


* Tisífone (Τισιφονη, ‘vengadora del asesinato’), que castiga los delitos de sangre.


Epiménides las hacía hermanas de las Moiras, hijas de Crono y Eurínome; Esquilo, hijas de Nix, la Noche; y Sófocles, hijas de Gea y Skotos, las Tinieblas. En la tradición órfica, eran hijas de Hades y Perséfone (este compromiso con el mundo infernal aparece también en La Ilíada).


Las Erinias son fuerzas primitivas anteriores a los dioses olímpicos, por lo que no se someten a la autoridad de Zeus. Moraban en el Érebo (o en el Tártaro según la tradición), el inframundo, del que sólo volvían a la Tierra para castigar a los criminales vivos, sometiendo mientras a torturas sin fin a los eternamente condenados. A pesar de su ascendencia divina, los dioses del Olimpo muestran una profunda repulsión hacia estos seres que no toleran.


Por su parte, los mortales las temen y huyen de ellas. Es esta marginación y la necesidad de reconocimiento que implica lo que, en la obra de Esquilo, llevará a las Erinias a aceptar el veredicto de Atenea, a pesar de su inagotable sed de venganza.


Son las encargadas de castigar los crímenes durante la vida de sus autores, y no más tarde. No obstante, siendo su campo de acción ilimitado, si el autor del crimen muere, lo perseguirán hasta el inframundo. Justas pero sin piedad, ningún rezo ni sacrificio puede conmoverlas ni impedir que lleven a cabo su tarea. Rechazan las circunstancias atenuantes y castigan todas las ofensas contra la sociedad y la naturaleza como el perjurio, la violación de los ritos de hospitalidad y sobre todo los crímenes o asesinatos contra la familia.


En épocas antiguas se creía que los seres humanos no podían ni debían castigar tan horribles crímenes, correspondiendo a las Erinias perseguir al desterrado asesino del fallecido en venganza, hostigándole hasta hacerle enloquecer.
La tortura sólo cesaba si el criminal encontraba a alguien que le purificase de sus crímenes.


Némesis representa un concepto similar, y su función se solapa con la de las Erinias, con la diferencia de que aquélla castigaba las faltas cometidas contra los dioses. La diosa Niké tenía originalmente un papel parecido, como portadora de una victoria justa. Castigaban el hibris o exceso. Prohibían a los adivinos revelar fielmente el futuro para que este conocimiento no acercara al hombre a los dioses.


Se representa a estas hórridas deidades vengadoras como genios femeninos con serpientes enroscadas en sus cabezas entre el pelo, portando látigos y antorchas, y con sangre manando en lugar de lágrimas en los ojos. También se decía que tenían grandes alas de murciélago o pájaro, o el cuerpo de un perro.

Solían ser comparadas con las Gorgonas, las Grayas y las Arpías debido a su espantosa y oscura apariencia y al poco contacto que mantenían con los dioses olímpicos. Atormentan a los que hacen el mal, persiguiéndolos incansablemente sobre la Tierra hasta volverlos locos. En un sentido más amplio, la Erinias representan la rectitud de las cosas dentro del orden establecido, protectoras del cosmos frente al caos. El filósofo Heráclito decía que si Helios decidía cambiar el curso del Sol a través del cielo, ellas le impedirían hacerlo.

Un mito cuenta que Tisífone se enamoró de Citerón, y terminó provocando su muerte por mordedura de serpiente, concretamente de una de su cabeza.

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Alecto. Le Mangemort.

Alecto Carrow es una mortífaga achaparrada, de risa aguda, largos cabellos pelirrojos y pecosa. Es agresiva e inquieta y dentro de lo que cabe, mucho más inteligente que su hermano Amycus.
Fue además profesora de Estudios Muggles, mientras que su hermano, hizo lo propio con Defensa Contra las Artes Oscuras.

Junto a su hermano, Fenrir Greyback y Arnold Yaxley, vio como Severus Snape mataba a Albus Dumbledore en la Torre de Astronomía de Hogwarts en junio de 1996.
Pese a la desesperada persecución de Harry, logró escapar con Snape.

Es una de las pocas mortifagas (Se entiende que mujeres) que sirven a Voldemort aparte de Bellatrix Lestrange.
A pesar de ello nunca fue enviada a Azkaban. Nunca buscó a Voldemort, ni nunca tuvo la intención de hacerlo.

Al igual que todos los apellidos de la saga de Harry Potter, son utilizados en la vida cotidiana, por ejemplo: Carrow.

Carrow es un apellido de origen francés, de ahí su lema "J' espere Bien".
A lo largo de los años, y con la mezcla de tradiciones grecolatinas se fue transformando el apellido dando variaciones como: Carrott, Carew, Carrowe...etc

Su escudo de armas se basa en el color amarillo, como principales simbolos nos encontramos: una cota de malla (fuerza y defensa) y un conjunto de tres perros. (Fidelidad a la familia, protección...)

Probablemente, JKR, utilizó la variedad Carrott (En inglés carrot es zanahoria) para relacionar el apellido con el naranja de su pelo.