miércoles, 20 de junio de 2012

Tu beso.

Buscas y no lo encuentras. Y aunque lo deseas con todo tu corazón siempre está muy lejos. Ese lugar que no sabes encontrar, pero que por alguna razón siempre está ahí. Duele. Quizá no debería decir esto, es algo que preferiría guardar; debería callar.

La locura que consiste en encontrar ese lugar dentro de ti, o de buscarlo alrededor, con miedo; es algo inevitable. Es la droga de las sensaciones, de las lágrimas y de la angustia.
¿Dónde dejamos ese tiempo? ¿Dónde dejamos nuestro espacio? ¿Dónde puedo encontrar aquellas cosas que nos dábamos?

Y cada día preguntándose como hemos llegado a esto, acariciando los pequeños momentos y odiando a la vez tus pasos, tu cercanía incluso tu odiosa sonrisa. Amando a la vez tus palabras, echando de menos el espacio entre tus labios. Odiando cada cosa que tiene tus ojos, tu pelo, oyendo tu voz en su boca.

El corazón que late aquí dentro es tan real y tan terrible que siento como se derrite poco a poco, se funde con mi órganos y entonces siento dolor incluso en los dedos. Ya no lloran mis ojos, llora mi interior y se expande hasta el estómago. Día a día, noche tras noche se revuelve mi alimento, es imposible comer sin remordimiento, imposible no parar de beber. Es imposible querer seguir viviendo.

Tan sola, tan dentro, tan absorta en esto.


*

Esta es la primera vez que escribo de Juego de Tronos, la verdad: me da un poco de vergüenza, es demasiado bueno para ser cierto! :P

viernes, 24 de febrero de 2012

Rebelde.

Hay besos que no se olvidan. Besos en la playa, bajo el sol, junto a ti. Besos dulces, que abrazan y enloquecen. Besos tan moñas que harían vomitar a los peces.

Los peces del mar que se entretienen mirando los corales y las formitas, que flotan y se hacen señas. Burbujean, burbujean porque viven felices. ¿O viven felices porque burbujean? Yo burbujeo por si acaso.

Wild thing, you make mah heart sing! *Burbujea* Digamos que este burbujeo que siento no es dentro de mi cabeza, ni en mi boquita de piñón, ni en un yo "radiante" sino que burbujeo en el estómago...Odio la comida cajún.
Pero a ti no te odio.

Eres picante, salado y ácido. Eres...nada dulce. Burbujeante, como los peces que nos hacen cosquillas en los pies.